ENCICLOPEDIA MUNDIALISTA: En Chile 1962, a Brasil le sobra sin Pelé
" Pelé entró con ropa mientras me estaba duchando para abrazarme tras el partido ante España y que nos dio la clasificación ". No es una de esas acusaciones sobre las supuestas aventuras sexuales del astro brasileño. Son palabras de Amarildo Tavares , el hombre que en Chile 1962 tuvo que reemplazar al lesionado Pelé para guiar a la Canarinha a su segundo campeonato Mundial.
ASÍ EMPEZÓ LA HISTORIA DE LA COPA DEL MUNDO
La cita ecuménica volvía a suelo americano para reencontrarse con la alegría verdeamarelha. Amarildo la alimentó con los dos goles sobre España en el último encuentro de la fase de grupos. Pelé ya estaba lastimado y fuera del campeonato desde el segundo partido ante Checoslovaquia , y sólo la victoria ponía a Brasil en cuartos de final. Helenio Herrera , por entonces seleccionador de La Roja , también había patentado su frase previo al cruce con los sudamericanos: “Sin Pelé, Brasil es débil. ¿Quién es Amarildo?” .
Por cosas como esas, así le fue a España en la séptima edición de la Copa del Mundo. La Roja tenía jugadores como Adelardo, Peiró, Paco Gento, Puskas y Luis Suárez , lo que suponía una buena actuación en la teoría. En la práctica contó con la baja de Alfredo Di Stéfano , quien se lesionó la rodilla derecha poco antes del Mundial y murió como futbolista sin jugarlo alguna vez. Así, España acabó última de su grupo, con dos puntos, detrás de Brasil, Checoslovaquia y México . Casualmente, el Scratch y los europeos serían finalistas del torneo .
Chile organizó el séptimo Mundial de Fútbol
Ni siquiera le alcanzó al elenco de Herrera con adoptar hijos nacidos fuera de su tierra para tener un buen desempeño. Por eso la prensa chilena bautizó a España como la “ONU del Mundial” , pues en sus filas tenía a Martínez (paraguayo), Santamaría (uruguayo) y los citados Puskas (húngaro) y Di Stéfano (argentino). Esa superpoblación de extranjeros, sumado el caso de Juan José “Mazzola” Altafini –jugó para Brasil en el ´58 y para Italia en el '62-, entre otros, hizo que la FIFA decidiera prohibir ese tipo de situaciones.
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El campeonato estaba mal parido desde antes de iniciarse. El 21 de mayo de 1960 el máximo terremoto en la historia de Chile arrasó las ciudades de Talca y Concepción (que habían sido declaradas subsedes y debieron ser descartadas), dejando un saldo de 5.700 muertos y más de tres millones de personas sin techo.
El esfuerzo realizado por el gobierno de aquel país apenas alcanzó para cubrir las necesidades básicas. El entonces presidente de la Federación Chilena de Fútbol y principal impulsor del torneo, Carlos Ditborn Pinto , declaró: “Porque nada tenemos, todo lo haremos” . Seguramente lanzó esa frase desconociendo que moriría 33 días antes del puntapié inaugural…
El torneo contó con 57 aspirantes , nuevo record de inscriptos para disputarle. Sólo ingresaban 16, divididos en cuatro zonas de cuatro equipos, accediendo dos por grupo a los cuartos de final. Para la ocasión hubo más de 800 periodistas que llegaron de todas partes del mundo, muchos de ellos críticos de las condiciones en las que se iba desarrollando el campeonato.
Es que Chile no contaba con una buena red de comunicaciones, su infraestructura turística era muy reciente y el mal estado de las sedes deportivas atentaba contra la organización. Los más críticos de ello eran los reporteros europeos , celosos de que el Mundial fuera asignado a un país que disminuiría el nivel respecto de torneos anteriores - Suiza y Suecia, por ejemplo-.
Fútbol Guerra
Y si el juego de los equipos no acompañaba, la historia se complicaba más. Si hay algo por lo que se destacó Chile ’62 fue por su bajo nivel futbolístico y el alto grado de violencia en campo. Tanto es así que un jugador casi que asesinó a otro . Sí, indirecta y tardíamente, una patada del yugoslavo Mujic al ruso Dubinsky le fracturó a éste último la tibia y el peroné de la pierna izquierda. Tiempo después, le debieron amputar la pierna para morir en 1969 por una infección en esa herida.
Yugoslavia volvería a protagonizar una batalla campal en su posterior encuentro ante Uruguay . El Mundial era escándalo tras escándalo, y al tercer día de comenzado ya se contabilizaban 34 lesionados, mientras que al cuarto día la cifra tocaba los 50 . En total hubo tres fracturas de piernas, una de tabique nasal y una de cadera. La denominada ‘Batalla de Santiago’ resume lo que fue el campeonato.
Precisamente en la capital chilena “jugaron” el local e Italia , pocas horas después de que la prensa chilena diera a conocer un reporte de un periodista italiano, quien defenestró las condiciones sociales del país sudamericano y en consecuencia el desarrollo del torneo. Para apaciguar las aguas, los futbolistas europeos ingresaron al campo con flores que fueron arrojadas a las gradas . El público respondió con estruendosa silbatina y el balón comenzó a rodar.
El colegiado inglés Kenneth Aston , ante ese panorama, decidió sólo ver las faltas cometidas por los visitantes. Así, a los 7 minutos de comenzado el partido expulsó al italiano Ferrini .
Más tarde, el chileno Leonel Sánchez reaccionó ante una infracción del italiano Mario David , pegándole una trompada en la cara. El juez expulsó al defensa azzurri, mientras que a Sánchez lo dejó sin sanción alguna. Además, el argentino que jugaba para Italia, Humberto Maschio , sufrió una fractura de tabique nasal producto de una infracción del mismo jugador trasandino que no fue sancionada por el árbitro. El triunfo de Chile hoy es anecdótico.
Tiempo después, Aston admitió su intención de detener aquel partido, pero el temor a que se produjera un motín le frenó. Luego del Mundial, Leonel Sánchez fichó para el Milan , donde se hizo amigo de Mario David . El día de su estreno como jugador, la afición itálica quedó anonadada por la baja estatura y delgada contextura física de Sánchez, contrario a las crónicas europeas que lo tildaban como un enorme y feroz canibal.
De curiosidades y algo más
Tanto era el odio entre el pueblo local y el viejo continente que, tras la victoria de Chile ante la URSS en cuartos de final, la gente expuso carteles con la insignia “Subdesarrollados 2-Europa 1”. Luego Chile caería en semis, pero lograría un meritorio tercer lugar, ganado a Yugoslavia 1-0.
Casualmente a la URSS le tocó jugar uno de los partidos más polémicos del torneo. Los soviéticos vencían cómodamente a Colombia en la fase de grupos: de un 3-0 pasaron a un 4-1, para desembocar en un sorpresivo 4-4. ¿Cómo? No sólo gracias al gol olímpico que le convirtieron al gran Lev Yashin – único en los Mundiales -. La siguiente frase del árbitro brasileño Etzel Filholo lo explicará por sí sola: " Yo empaté aquel partido. Ocurre que soy descendiente de húngaros y odio a los rusos desde la invasión soviética a Hungría en 1956 ".
Brasil inicia la sana costumbre
Entre tanta oscuridad, era de esperarse que Brasil vuelva a brillar con luz propia , aun sin Pelé. Garrincha, Vavá y Amarildo fueron los pilares de una nueva consagración . Los brasileños se divierten siempre, y ni la presión que llevaron consigo les jugó en contra. Es que antes de partir rumbo a Chile, la plantilla estuvo con el presidente de la nación, Joâo Goulart , quien así le despidió: “ Deben conservar ésta copa, porque es el orgullo de todo el país. Ella hace olvidar las dificultades económicas a nuestros compatriotas y vale mas que cualquier riqueza ”.
Los problemas económicos continuaron en el país de la samba, pero la canarinha igualmente cumplió dentro del campo ante todo el que le intentó plantar cara. Como Inglaterra en cuartos (3-1), como Chile en semis, a quien derrotó ajustadamente 2-4, o como en la final ante Checoslovaquia, que comenzó ganando pero que se derrumbó ante el poderío sudamericano, que con el 3-1 alcanzó su segunda Copa del Mundo.