Dibu Martínez en GOAL: "Yo nunca quiero ir a penales porque es 50 y 50"
20 de junio de 2020. Sentado en el banco de suplentes visitante del Falmer Stadium de Brighton, Emiliano Martínez no sabe que su vida estó por empezar a cambiar para siempre. Van 40 minutos del primer tiempo cuando el arquero titular de Arsenal, Bernd Leno, sale lejos en el área grande, salta y se queda con la pelota entre sus manos ante la carga del delantero rival Neal Maupay, que no busca evitar el contacto y lo choca. El alemán cae desacomodado sobre su rodilla derecha e inmediatamente suelta un alarido que se escucha claro ante el estadio vacío por las restricciones de la pandemia.
Mientras el germano es retirado en camilla, Mikel Arteta manda a la cancha a Dibu, que un año atrás había vuelto a los Gunners luego de su sexta cesión en ocho años y a lo largo de la temporada venía siendo el titular en FA Cup, Copa de la Liga y Europa League, con actuaciones que le valieron su primera convocatoria a la Selección mayor a fines de 2019, más allá de que en ese momento no sumaría minutos.
Aquel encuentro contra las Gaviotas, el primero que jugaba el marplatense en la Premier League desde abril de 2017, terminaría en una dolorosa derrota 2-1 en el quinto minuto de descuento, pero abrió la puerta a lo que vendría.
Tras confirmarse que Leno sufría un estiramiento en el ligamento que lo dejaría afuera de los ocho partidos restantes de la temporada, Martínez se quedó con el arco del equipo londinense 11 años después de su llegada al club en 2009 y fue decisivo para la consagración en la FA Cup y para que el equipo lograse 16 de los últimos 24 puntos en la liga. Además, en el arranque de la campaña 2020/21 también fue clave para la victoria en la Community Shield sobre Liverpool.
Tan bueno fue su nivel que la prensa y los hinchas comenzaron a pedir que fuera la primera opción para el puesto, pero el DT decidió que le respetaría el lugar al alemán. Dibu, entonces, pidió ser transferido. La semilla ya estaba plantada.
Apenas se confirmó que el futbolista quería salir de Arsenal, Aston Villa hizo una oferta y se lo llevó a cambio de 21,5 millones de euros, para convertirlo en el arquero argentino más caro de la historia. Su nombre ya empezaba a escucharse con más fuerza en Argentina. Y a mediados de 2021 llegó el esperado momento: Lionel Scaloni no sólo lo convocó para la ventana de Eliminatorias que se disputaba justo antes de la Copa América de Brasil, sino que le dio la titularidad en los partidos contra Chile y Colombia.
Dibu no saldría nunca más del arco. Y Argentina se quedaría con el torneo continental en el Maracaná, con la Finalissima frente a Italia a mediados de 2022 y nada menos que con la Copa del Mundo de Qatar.
Con la gloria a cuestas, el marplatense recibió a GOAL en su casa de Birmingham y repasó todo lo vivido en el Mundial.
-Si tuvieses que destacar un momento malo, de tensión, más allá de la derrota con Arabia Saudita, ¿hubo alguno?
-La tensión con Países Bajos después del segundo gol. Fue jugar 30 minutos con un sabor muy amargo de tener el partido liquidado y que en la última jugada te empaten el partido para llevarlo a un alargue donde no sabés qué va a pasar y podés quedar afuera del Mundial.
Contra Francia cuando nos empataron de 2-0 a 2-2 fue más fácil porque ya lo habíamos vivido en aquel partido.
-En el estadio, después del segundo gol de Francia, el panorama se veía oscuro, ¿en la cancha se vivió igual? Porque el equipo siempre reaccionó bien ante la adversidad...
-Cuando nos empataron quedaban 4, 5 minutos, no sé bien cuánto faltaba, fue mucha tensión. Ellos estaban con mucha pierna, con ganas de ganar el partido y nosotros queríamos que se terminara. Te pegaron dos golpes tan fuertes y tan rápido que decís ‘por favor, vayamos al alargue ahora’.
En el tiempo extra fue mucho más fácil, pero otra vez nos empataron faltando dos minutos y tuvieron dos chances y ufff… Yo ya quería que se terminara.
-¿Te gusta ir a penales? De afuera se veía que vos no estabas apurado.
-Yo nunca quiero ir a penales, porque es 50 y 50. Yo no puedo decir ‘voy a penales y lo gano’, porque es muy difícil. Yo sé que en cualquier momento me va a tocar perder y lo tengo que aceptar. Y era una final del mundo… Yo me fui de rodillas cuando Lautaro se perdió la última porque era ganarlo, y a mí me importa ganar el partido. Los penales es tirar la moneda y rezar que te salga cara o cruz. Así que no, no deseo ir a la tanda.
-¿Cómo vivieron la presión que indirectamente le dan a la gente? Tanto vos como Scaloni dijeron en conferencia de prensa que por ahí la gente esperaba ser campeones del mundo.
-Era una presión linda. Tener esa responsabilidad a mí me encantó. Sabíamos lo que Argentina se jugaba. Desde lo económico, viajar que era súper caro, había gente que vendía autos, embargaba su casa para ir a ver a la Selección con el sueño de vivir una final del mundo… Nosotros sentíamos esa conexión con la gente, por eso el equipo siempre anduvo bien. Creo que es la primera vez en la historia que pasa.
Mi papá, que tiene 63 años, me decía que nunca vio una Selección tan conectada con la gente. Y eso del grupo unido y la gente unida fue un gran combo.
-Se ve a muchos chicos con tu camiseta y muchos hasta quieren ir al arco, algo que antes no pasaba mucho. ¿Cómo lo vivís eso?
-Toda mi familia vive en Argentina y siempre me mandan videos, fotos, los murales que hacen… Es un orgullo ver a todos los nenes con mi camiseta, tirándose. Obviamente te hace recordar cuando uno estaba ahí. Y más en mi ciudad (Mar del Plata), que van a la playa y cinco de diez quieren ir al arco. Es un orgullo y espero seguir dándoles alegrías.
-En tu carrera tachaste lo más importante de la lista, ¿algo lo puede superar? ¿Cómo seguís?
-Tengo que ponerme objetivos, me encanta ponerme metas en mi carrera. Taché el Jackpot, gané todo lo que un jugador quiere… En mi vida yo nunca soñé con ganar la Champions League, yo soñaba con ganar un título a nivel Selección y ¿qué más que un Mundial? Lo gané, completé todos los títulos a nivel nacional con mi país y ahora queda sólo disfrutar.