Messi y PSG: la cronología de un divorcio en un matrimonio de conveniencia

De hecho, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado antes, es normal que Messi se vaya triste, porque parece que va a salir sin el cariño de los seguidores de su propio club, que lo consideran la personificación de los problemas del PSG.

Todo está muy lejos de la fanfarria que recibió su caótica llegada hace dos años, cuando Messi fue considerado como la última pieza del rompecabezas del PSG después de lo que se denominó como "la mejor ventana de fichajes en la historia del fútbol".

En verdad, la estrategia de contratación del club en el verano de 2021 ha resultado ser una decepción monumental. Nuno Mendes y Danilo Pereira son las excepciones. Pero Gigi Donnarumma no se parece en nada a la estrella de la Eurocopa 2020, Sergio Ramos ya no es un seguro defensivo tras su brillante carrera en el Real Madrid, Gini Wijnaldum ya se fue a la Roma, mientras que Achraf Hakimi ha rendido en el campo pero tiene problemas extradeportivos por resolver.

Sin embargo, Messi ha sido la mayor decepción simplemente porque su llegada generó grandes expectactivas.

Obviamente Messi ha apoortado fuera del campo. Como el director de patrocinio del PSG, Marc Armstrong, le dijo a GOAL en diciembre de 2021: "Realmente hemos sentido un impacto en todas nuestras áreas comerciales: desde el patrocinio y la comercialización hasta el hospitality y la venta de entradas. El club también ganó 20 millones de nuevos suscriptores en sus cuentas de redes sociales en la semana que siguió a su llegada. Tuvimos la tasa de interacción más alta en la historia de los anuncios de jugadores", dijo con entusiasmo.

Estos impresionantes números explican por qué el PSG deseaba quedarse con Messi una temporada más. Sigue siendo parte integral de una marca construida sobre jugadores de alto perfil. Si le quitas los nombres de sus estrellas, el PSG teme volverse irrelevante en el escenario mundial; porque es el dominador de su liga nacional pero un torneo que genera relativamente poco dinero con la venta de derechos de televisión en el extranjero.

El objetivo del PSG ha sido durante mucho tiempo una primera Champions League; Messi quería la quinta. Esa es una de las principales razones por las que surgió este matrimonio de conveniencia sin amor.

Messi realmente creía que el PSG le ofrecía la mejor oportunidad de ganar otra Copa de Europa, de todos los clubes que estaban dispuestos a cumplir con sus demandas salariales.

Y seamos realistas, el dinero ha sido una parte importante en todo esto. Por eso se juntaron Messi y PSG; y por eso se están separando.

Este es un asunto de lo más moderno. No ha habido un choque clásico con el entrenador, ni una pelea a la antigua en el vestuario, ni una indiscreción nocturna. Básicamente, Messi coqueteó con Arabia Saudita y eso ha provocado una reprimenda pública de los dueños de Qatar del PSG.

Obviamente, también tienen importancia las relaciones públicas para el PSG, al menos intentarán darle la vuelta a esta separación para salir como ganadores. Han enviado un mensaje a sus superestrellas y, lo que es más importante, a sus sufridos seguidores: tal insubordinación ya no será tolerada en el Parque de los Príncipes. Los jugadores no podrán hacer lo que quieran a partir de ahora.

Se ha dibujado una línea en la arena. Una nueva era comienza ahora. ¿Lo comprarán los fans? Hay dudas. No son idiotas. Saben que los problemas del club están muy arraigados y se extienden mucho más allá de Messi.

No es de extrañar, entonces, que la afición pida cambioos. "Es hora de que las cosas cambien y de que la institución Paris Saint-Germain recupere su alma, su espíritu parisino y su esplendor", se lee en un comunicado emitido por el Collectif Ultras Paris.

La esperanza es, por supuesto, que los fanáticos apoyen al equipo de Christophe Galtier en lo que queda de temporada. Todavía queda una Lihga por ganar y la ausencia de Messi, junto con el frenesí mediático que ha creado su sanción, torpedea la carrera por el título del PSG, como señaló el ex extremo Jerome Rothen en "RMC Sport".

"Todavía pueden perder el título y muchas otras cosas", dijo. Ya han perdido a su afición pero también al apoyo de los franceses y del fútbol en general, esa es la verdad.

"No cuestiono la fantástica carrera de Messi ni su talento, pero su llegada al PSG ha sido un fiasco total. Es increíble ver que ni siquiera tiene la conciencia profesional para decirse a sí mismo: 'En términos de imágenes, puede ser inapropiado para mí ir a Arabia Saudita porque no estuve bien contra el Lorient'", apuntaba Rothen.

¿En cuanto a Messi? ¿Qué hará ante la sanción y la reacción de la afición? Bueno, probablemente no le importe. Porque nunca ha terminado de conectar con París y con la afición. Solo una vez ha ido a reconocerlos después de un partido y fue a instancia de Neymar. Siempre fue el primer jugador en irse le pitaran o no.

Messi puede haber acumulado goles y asistencias para el equipo, pero nunca pareció tener ningún interés en construir un vínculo con los seguidores. Como le dijo recientemente un aficionado al periodista Marc Mechenoua de GOAL, "Messi fue más un acuerdo de marketing que un fichaje deportivo. Terminó representando todo lo que odiamos del proyecto QSI durante los últimos tres o cuatro años. Se merece un final diferente y mejor para su carrera profesional".

El Barcelona insiste en que quiere repatriarle. Todavía quedan muchos problemas financieros por resolver, pero un regreso romántico al Camp Nou tiene sentido después de dos años que han parecido más un exilio que una gran experiencia.