Nadie tumbó a Argentina
La imagen deseada por millones de aficionados al fútbol se produjo en la tarde-noche del 18 de diciembre de 2022 en el estadio Lusail de Doha: Leo Messi con la Copa del Mundo en sus manos. Ganada por derecho. Antes de eso, Argentina casi besó la lona en un par de ocasiones, pero las manos de Emiliano Martínez la rescataron.
De hecho, Argentina empezó el torneo recibiendo un mandoble. Arabia Saudí sorprendió a todos remontando el primer partido de una Selección albiceleste que tenía entre ceja y ceja, más que nunca, la Copa. Pero la primera en la frente. Desde lo más bajo empezaron los de Scaloni, con toda la presión encima.
Llegó el segundo choque del torneo que ya era una final para la albiceleste. Contra México no pasaba nada hasta que Messi sacó la varita mágica, o el cañón, o lo que quiera que sea lo que tenga como pierna izquierda, quizás un país entero, para empezar a enderezar el rumbo. 2-0 cero y a jugársela el último día de la fase de grupos contra Polonia. La noche empezó a torcerse cuando Messi falló un penalti, la única mácula del '10' en el torneo, pero fue el primer golpe de autoridad de Argentina. 2-0 y a octavos para pasar un trámite contra Australia. Un susto en la última jugada del partido, con 2-1 para los de Scaloni, sirvió a Emiliano Martínez para empezar a escribir su leyenda en este Mundial.
En los cuartos, primer rival de renombre y con una historia detrás a sus espaldas. Holanda, ahora Países Bajos, con Louis Van Gaal en el banquillo y más nombre que hombres en el verde. Cuando acariciaban las semifinales, con 2-0 en el minuto 83 de partido, Weghorst lo empató antes del final. La mentalidad argentina tenía un examen por delante en la prórroga. Por la forma en la que se dio, podría parecer que sería muy complicado levantarse del golpe. Pero lo que ofreció Argentina en los tiempos minutos de tiempo extra fue lo mejor que ha dado en este Mundial, junto con 80 minutos en la gran final. Pero aquí el viento soplaba en contra. La albiceleste en bloque se fue a por la victoria, con ocasiones de todos los colores, heridos por lo de injusto que tuvo llegar a la prórroga. No pudieron. Pero ahí estaba Emiliano Martínez en la tanda de penaltis, que no se había quitado la capa desde la Copa América. Aquí Argentina sí estuvo cerca de la lona, pero el destino estaba escrito.
En la semifinal enfrente estaba Croacia, precisamente un equipo especialista en resistir, resistir y resistir. Un penalti a la media hora desequilibró un partido en el que no ocurría nada. Messi lo metió con la calma que ha metido los cuatro de los cinco que ha lanzado. El gol espoleó a Argentina, que pronto metió el segundo. Cuando el partido se acercaba al momento donde estaban apareciendo todas las dudas albicelestes en esta Copa, el último tercio, Messi se citó con Gvardiol y dejó la jugada de este Mundial que llevaba el nombre del astro argentino desde el primer día. El gol lo metió Julián Álvarez, los flashes para el '10'. Estaba a un paso, esta vez sí, de agarrar al vuelo la Copa que Maradona sostenía desde 1986.
Y llegó la final. El fin de una era contra la confirmación del inicio de otra. Messi contra Mbappé. ¿Cómo hay que salir a jugar la final de un Mundial? Como lo hizo Argentina en los 80 primeros minutos de la que ya está en el olimpo de las finales. Ni siquiera necesitó del modo marciano de Messi. Sí Francia el de Mbappé. Y eso fue lo que tuvo a Argentina otra vez cerca de la lona en esta Copa del Mundo. Parecía que esta vez sí, que el poderío físico de Les Bleus acabaría con los muchachos de Messi en la prórroga, en la que llegaron las lágrimas del rosarino tras el 3-2 y el chasco del 3-3. Ahí sí se activó el modo marciano de Leo Messi, que recibió la pelota en su castillo, el que se ha construido en las coronas de las áreas rivales. Se la acomodó y lanzó un misil que ni siquiera fue teledirigido, porque a mitad del vuelo cambió de dirección. Lloris no sabe ni cómo la sacó. Fue la penúltima jugada. En la última, la capa de Emiliano Martínez se hizo infinita. Cuando el Mundial que se le escapaba de entre los dedos a Argentina, con Kolo Muani con la pelota delante para romper la red, Martínez sacó el pie izquierdo para levantar a toda Argentina. En los penaltis la colocaría en el cielo.