La renovación de Modric no es una más
De los siete futbolistas que acaban contrato, sin duda, Luka Modric es el único que merece un trato diferente al resto. Por todo. Por historia, por actitud, por compromiso, por liderazgo, por hambre, por humildad y por rendimiento. Solo Nacho, de los otros seis futbolistas que terminan contrato, se acerca al balcánico en todo lo mencionado anteriormente.
Hasta esta temporada, el Real Madrid ha demostrado una confianza total en Modric, dejando para verano su renovación, consciente de que el jugador no quería saber nada de otros clubes y que el acuerdo se cerraría de manera sencilla. Una buena forma de ver la buena relación que hay entre el croata y el conjunto de Chamartín.
Sin embargo, en las últimas semanas ha comenzado a deslizarse la idea de que quizás este año la situación sea distinta. Modric tiene un año más (37), jugadores jóvenes como Valverde, Camavinga, Ceballos y Tchouaméni han dado un paso adelante y, lo que más se ha mencionado en los últimos días, la reticencia del futbolista a retirarse de su selección, al menos, hasta la Final Four de la UEFA Nations League. Todo ello parece hacer dudar al club sobre si renovar a Modric sea la mejor opción.
Un sin sentido. Luka Modric debería continuar hasta cuando quiera en el Real Madrid. Y no, no por premiar una trayectoria, el Real Madrid no es ninguna ONG, si no porque Modric ha demostrado hasta la fecha que tiene dos cosas que le permiten ser el dueño de su futuro en el club: una competitividad feroz y una humildad fuera de lo común cuando hablamos de una superestrella.
Modric no se rinde nunca, lo da absolutamente todo en cada partido y su voluntad de ganar cada día y cada competición aseguran tener a un futbolista que siempre va a estar dispuesto a todo por ganar. Parece una tontería, pero no lo es. No todos lo dan todo ni demuestran las mismas ganas de competir y de ganar. Ese hambre tan característico de los balcánicos está casado con el ADN del Real Madrid y es una evidencia que es algo que puede ayudar tanto en el campo como en el vestuario.
Y luego, además, en Modric tienes a un futbolista de clase mundial capaz de asumir un rol no protagonista. En estos últimos dos meses ha rotado más de lo habitual, ha sido suplente en un gran número de encuentros, y no ha elevado la voz ni se ha quejado en ningún momento. Es más, en la previa del partido de Anfield llegó a decir que debía merecerse su renovación. Una declaración que habla a las claras del regalo de futbolista que tiene el Real Madrid en Modric. Cualquier otro, como poco, no hablaría de si se merece o no su renovación. Y desde luego ninguno se acerca al merecimiento del croata.
Así pues, creo que el equipo madridista no puede dudar ni por un instante en si debe renovar o no a Modric. Independientemente de que sigan o no Ceballos y Kroos. Independientemente de que llegue o no Jude Bellingham. Luka Modric debe continuar en el Real Madrid la próxima temporada. Se lo ha ganado en el campo y fuera de él. Como jugador y como compañero. Rendirá y ayudará siendo titular y siendo suplente.