Fútbol podrido y clubes cómplices

Kessie polemicas Barcelona Valencia
Getty Images
Héctor Gómez da su opinión sobre lo sucedido en el Barça-Valencia

El Valencia CF vivió el pasado domingo en el Camp Nou uno de los mayores atropellos que se han vivido en la etapa del VAR y, casualidades de la vida, varios de los más flagrantes han sido al Valencia CF, porque recuerdo el penalti en semis de Copa en San Mamés o la mano de Cucurella que no se revisó. Porque, más allá del debate del penalti, que creo que fue clarísimo para la gran mayoría de seguidores del fútbol, incluyo ahí a la gente de fútbol, la polémica no viene por la interpretación de Alberola Rojas, que en directo y siendo una jugada rápida, pudo no ver bien la jugada, como así demostró que pasó. O eso al menos simuló, porque la visión de la jugada que tenía era buena.
La gran polémica está en saber porque el señor, Jaime Latre, no avisó a su compañero en el césped, de que se había equivocado señalando corner. Porque si algo no era la jugada era corner. O era penalti o era saque de portería. Y ahí es donde para mí, está el gran escándalo de lo que pasó el domingo. En que pasados cuatro días del incidente, los que dicen ser un ejemplo de honestidad, pero tienen sobre sí la alargadísima sombra de un vicepresidente que ha cobrado 7 millones de euros del Barça en las dos últimas décadas, no han dado ni una sola explicación.
Y no, no es de recibo que en este mundillo, los árbitros tengan derecho de pernada. No puede ser que un entrenador cuando falla habitualmente sea destituido, que un portero pueda dejar de jugar por dos errores humanos, que un presidente dimita o tenga que dar explicaciones pero estos señores, sean los encargados de impartir justicia, pero no lo hagan y encima estén protegidos.
Pero, ojo, están protegidos los árbitros pero los clubes también tienen su responsabilidad y lo permiten. Porque los árbitros no dejan de ser asalariados, y muy bien, por parte de los clubes. Sin los clubes y los futbolistas, los árbitros no existirían y por tanto deberían estar obligados a explicar sus decisiones. Al menos, algunas tan sangrantes como las del pasado domingo. Ante tal injusticia, el Valencia CF no ha remitido una mínima queja o solicitud de explicación ante el CTA. Es decir, ha dado por bueno lo que pasó el domingo en Barcelona. Y ahí, es donde reside mi duda. En porque ante el escándalo mayúsculo que está viviendo el el fúbtol español, hay clubes en silencio, que parecen ser complices o que tienen miedo de algo. No se sabe bien de que, pero algo deben temer para este silencio tan sospechoso.  Que los arbitrajes en España siempre han estado en tela de juicio, es algo que no sorprende a nadie, ahora bien, que  ante unas pruebas tan evidentes no se haya lanzado una campaña de todos los clubes para esclarecer que ha pasado con los árbitros, es absolutamente demencial y huele a podrido

Héctor Gómez / "Tribuna Deportiva"

Cerrar