Alejandro Sabella: el último profesor del fútbol argentino

Alejandro Sabella Argentina Alemania Copa del Mundo 130714
Hoy es el segundo aniversario del fallecimiento del ex entrenador de Argentina y Estudiantes, lo recordamos con sus mejores frases

Alejandro Sabella nació el 5 de noviembre de 1954 en Buenos Aires, jugó en River, Sheffield United, Leeds United, Estudiantes de La Plata y se retiraría en Ferro. Como entrenador solo tuvo dos pasos: primero en el Pincha, donde ganó la Copa Libertadores 2009 y estuvo a segundos de vencer a Barcelona en el Mundial de Clubes, y a Argentina, siendo subcampeón del Mundo. Pachorra, reconocido por su calidad como futbolista, entrenador y, especialmente, ser humano, falleció hace exactamente dos año.

A continuación, en Goal lo recordamos con grandes frases. 

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Alejandro Sabella Argentina Copa del Mundo

Fue una persona de gran cultura general que solía dar referencias en sus frases míticas como "Cruzamos el Rubicón". Cuando le tocó hablar sobre la humildad, eligió referirse a los All Blacks:

  • "Me voy a referir a uno de los mejores equipos del mundo, los All Blacks. ¿Qué pasó con los All Blacks? En uno de los mundiales quedaron afuera en cuartos de final y dijeron ‘Tenemos que volver a nuestras fuentes’. El título [del capítulo del libro El Legado] era barrer los vestuarios. Cada jugador se llevaba la ropa y volvía con su ropa a su casa, la limpiaba y después volvía con la ropa limpia para el próximo entrenamiento. ¿Qué significa eso con volver a las fuentes? Volver a la humildad que habían perdido. Cuando recuperaron la humildad volveron a ser lo que fueron, otra vez los mejores. Por lo tanto, ser mejores personas, pensar en el otro y esforzarnos: esos son los secretos mayores para lograr la felicidad en nuestra vida".

La capacidad de gestión que ha tenido en su trayectoria es conocida. Un secreto lo contó en una de sus charlas magistrales: darle la misma importancia al futbolista titular y al suplente. Hacerlo con respeto y honor para que todo el plantel perciba las horas de trabajo que hay detrás.

  • "Con los suplentes hay que hacer el mismo trabajo táctico que hacés con los titulares. Trabajar individualmente con cada uno de los suplentes para mejorarlos. Darle herramientas a aquellos jugadores que son suplentes para que el día de mañana, si tienen que jugar, tengan mayores posibilidades de permanecer en el equipo. Trabajar en el video, mostrarle a los jugadores sus deficiencias y cómo juega el rival. Todas esas cosas forman parte de la capacidad de trabajo que hace que el jugador piense: yo me fui a descansar como me correspondía como profesional y el entrenador me demostró que siguió trabajando".

Si bien su relación con Bilardo está marcada a fuego por compartir, entre otras cosas, el mítico Estudiantes de 1983, bebió de todas las fuentes de conocimiento posibles a lo largo de su etapa como futbolista. A la hora de nombrar el mejor entrenador que tuvo, debió pasar por varios:

  • "De Labruna, destaco la confianza que le daba al jugador y el ojo para elegir. De Valdir Espinoza, en Gremio, me quedó una frase: ‘El fútbol es una lucha por los espacios, el que mejor y más rápido los ocupa, gana’. Rubens Minelli se enojaba cuando teníamos la pelota y no pateábamos al arco. Harry Haslan, entrenador del Sheffield, nos mató un día que ganábamos 4-0 el primer tiempo y en el segundo no hicimos nada, nos dijo que era una falta de respeto al público. De Bilardo, todo lo que significa la dedicación, el trabajo, el esfuerzo, la parte táctica. De Manera, al margen de lo que sabía, su aspecto humano. Un gran tipo".

Siempre comprendió la dirección técnica como algo integral, que va más allá de tácticas rígidas y de lo que pase adentro del campo de juego. Por eso, así definió ser entrenador:

  • "Como técnico, vos tenés que demostrar, y te lo digo con letras porque no tienen un orden de prioridad: a) que sabés de qué se trata; b) que le dedicás tiempo al trabajo y c) que sos confiable como ser humano. Cualquiera de esas tres patas que se resquebraja, ahí mismo se rompe la confianza del jugador. El técnico es una persona que debe infundir respeto. Y el respeto lo infundís si sos honesto, si sabés del tema y si trabajás. Estas tres patas son igual de importantes y van atadas de la mano, como las otras tres patas: jugadores, técnico y dirigentes".

La solidaridad también es una idea que buscaba implementar en el campo: todos juegan, todos corren, pero no solo para marcar sino para ser dominadores de los partidos: 

  • "Para mi la identidad es el respeto por la pelota. Es tratar de salir jugando desde atrás. Tanto sea jugando 4-4-2, jugando 4-3-3, jugando 5-3-2, el respeto por el balón y la solidaridad que significa ‘todos corremos cuando no la tenemos y todos corremos para mantener la posesión de la pelota’. Después, depende los jugadores que vos tenés. Seguramente hay un esquema que te da más potencialidad. La virtud que debe tener un técnico, entre otras cosas, es tratar de encontrar con los jugadores que tiene, cual es el equipo más virtuoso que puede poner en campo".

Nunca fue su principal fuente de reconocimiento, pero fue un gran estratega. En el recuerdo quedará la masterclass sobre cómo jugarle al Barcelona de Guardiola, pero también nos dejó conceptos más generales:

  • "Siempre digo lo mismo: volantes que a veces juegan hacia los costados y a veces juegan entrelíneas, delanteros que a veces la vengan a pedir al pie y a veces la pidan al espacio, es lo que hace que un jugador sea mejor, y es lo que hace que a un rival se le dificulte la marcación porque no tienen una sola cuestión que abordar, tiene varias. Si vos sabés que el delantero no te pica, que siempre la pide al pie, es más fácil para vos. Si el delantero a veces la pide al pie y a veces te la pide al espacio, ya como defensor se te complica. Si vos tenés un volante central que siempre lateraliza, no te preocupás por tus espaldas. Pero si tenes un volante central que a veces te mete la pelota atrás tuyo, entonces no sabes si salirle, si no salirle. Eso te da la posibilidad del manejo de los tiempos, de irte metiendo en el campo contrario; pequeños detalles que van sumando".

Su relación con el periodismo tuvo desencuentros previo a Brasil 2014, pero siempre destacó que aprendía de diversos periodistas. Incluso si leía buenos artículos se los recomendaba a los futbolistas para reflexionarlos luego. En las declaraciones buscaba mantener un perfil bajo, analizando cada punto y coma de lo que expresaba:

  • "Una vez un periodista me hizo una nota y me dijo: ‘estuve toda la noche pensando en hacerle una pregunta que su respuesta saliera en la tapa de los diarios’. Y yo le dije, ‘casualmente yo anoche estuve toda la noche pensando en no como no darte una respuesta que saliera en la tapa de los diarios’".

Muy lejos de la frase ‘ganar como sea’, entendía que el rival era parte de sus victorias porque a mayor calidad de competencia, mejores resultados obtenía:

  • "Le agradezco a los adversarios, los cuales me ayudaron a competir con ellos, a tratar de ser mejores con ellos con buenas armas y buenas herramientas. Sin el incentivo de tener un adversario que me exigía no podía dar lo mejor de mí". 

Uno de los grandes hitos de su carrera como entrenador fue llegar a la final del Mundial de Brasil 2014, si bien el equipo no salió campeón, pasó la barrera de los cuartos de final después de 24 años y se ganó un lugar en el corazón de los argentinos:

  • "Quedará el hecho de que la Selección salió segunda en un Mundial, pero tenés más chances de transitar en el tiempo con tus jugadores, porque tratás de que sean mejores personas para que sean mejores jugadores. El secreto es ése, ser mejor persona para ser mejor jugador. A lo que yo aspiro es a haber ayudado a los que estuvieron alrededor mío a ser un poquito mejores, y agradecer que ellos me hayan ayudado a tratar de mejorar. Para eso estamos, eso es lo que puede quedar".

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