GOAL50 2022: Las mejores leyendas de la Copa del Mundo reveladas tras vuestra votación

Quizás el mejor jugador de todos los tiempos, el inspirador Maradona arrastró a Argentina al título en 1986, anotando uno de los goles más magníficos en la historia del torneo, un regate de 60 yardas contra Inglaterra, solo minutos después de darle a la Albiceleste la ventaja con el infame 'Mano de Dios'.

Pelé, el único jugador que ha ganado tres Copas del Mundo, aportó su excelencia al torneo como ningún otro jugador del pasado o del presente: desde marcar dos goles como un deslumbrante joven de 17 años en la final de 1958 contra Suecia hasta encabezar la icónica cosecha de Brasil de 1970.

O Fenomeno anotó 15 goles en 19 partidos de la Copa del Mundo, ganando el título en 1994 y 2002, con sus ocho goles durante la última competencia coronando una notable remontada después de la angustia final en Francia '98.

Zidane, el creador de juego más fascinante de su generación, pasó de héroe a villano en la Copa del Mundo; anotó dos veces en la final de 1998 cuando Francia ganó su primera corona en París, antes de que su cabezazo sobre Marco Materazzi dejara a Les Bleus tambaleándose ocho años después.

¿Alguien ha jugado este deporte con más alegría que Ronaldinho? El maestro de Brasil aportó una interminable variedad de movimientos y trucos a la fiesta cuando Brasil ganó la corona en 2002, con su técnica e invención asegurándole un lugar en el Equipo del Torneo.

Cruyff fue el genio en el corazón de los héroes de Total Football de los Países Bajos en la Copa del Mundo de 1974, uno de los verdaderos artistas del fútbol y la inspiración detrás, posiblemente, del mejor equipo que se quedó corto en el escenario más grandioso de todos.

Otro de los ideólogos del icónico Barcelona de Pep Guardiola, Iniesta también fue la estrella de la generación española de 2010, coronando una exhibición de Hombre del Partido con el gol de la victoria en la prórroga contra Holanda en el Soccer City de Johannesburgo.

El latido del corazón de la dominante selección española que ganó el torneo de 2010 entre dos triunfos en el Campeonato de Europa, Xavi fue la pieza central de los maestros del tiki-taka de La Roja y ayudó a transformar el panorama del fútbol de élite.

El grande de Italia con 176 caps que fue uno de los mejores porteros en la historia del deporte, y mantuvo cinco porterías a cero cuando Italia ganó su primer título en 24 años en 2006.

Ex superestrella del Barcelona que anotó cinco cuando Brasil ganó el título en 2002, incluido el empate de cuartos de final contra Inglaterra, aunque lo más destacado de esa campaña fue su impresionante volea para derrotar a Bélgica en los octavos de final.

Magistral como líbero, central, centrocampista defensivo o delantero profundo, Beckenbauer fue el mejor futbolista de Rolls Royce, que llevó a Alemania al título en casa en 1974 antes de repetir la hazaña como entrenador en Italia '90.

Der Bomber anotó 14 goles en 13 apariciones en la Copa del Mundo, y lo más destacado, sin duda, fue su victoria contra los holandeses en la final de 1974 en Munich.

Romario, la estrella de EE. UU. '94, anotó cinco goles en el triunfo de Brasil hacia su quinto título, y fue una gran oportunidad desaprovechar esa lesión y las peleas le negaron la oportunidad de acompañar a Ronaldo en el torneo posterior.

El único jugador que ha marcado tripletas en dos Copas Mundiales separadas, el récord de Batistuta de 10 goles en 12 salidas en el torneo es notable, incluso si Argentina se quedó corta en 1994 y 1998 antes de bombardear cuatro años después.

La leyenda de Alemania con 150 partidos internacionales que dominó los mediocampos en 25 apariciones en la Copa del Mundo, la más destacada fue su campaña de 1990 cuando capitaneó a Alemania en su tercer título.

La leyenda de la Juventus no demostró realmente su calidad en los torneos de 1998 o 2002, pero ciertamente lo hizo bien en 2006, anotando en la prórroga contra el anfitrión Alemania en la semifinal para llevar a los Azzurri un paso más cerca de su máxima gloria. .

Parecía, a veces, estar en una misión de un solo hombre para arrastrar a un equipo limitado de Alemania al título en 2002, las gigantescas exhibiciones de Kahn durante ese torneo se ven duramente eclipsadas por su error al permitir que Ronaldo participara en el primer gol de la final.

Se convirtió en el primer defensor en ganar el premio al Jugador Mundial del Año de la FIFA gracias a sus actuaciones en el torneo de 2006, ya que capitaneó a Italia en el título, predicando con el ejemplo con su anticipación, entradas y rigor defensivo.

No está tan de moda como algunos de los otros jugadores en esta lista, pero Klose no puede ser tocado en el pináculo de las listas de goleadores de la Copa Mundial de todos los tiempos, ya que anotó 16 goles en 24 salidas en el torneo. Llegó a la final en 2002 y ganó el título 12 años después.

Quizás el mejor regateador de la historia del fútbol, el brasileño Garrincha iluminó las Copas del Mundo de 1958 y 1962 (ganando ambas) con su fascinante exhibición contra la Unión Soviética en Gotemburgo, una de las mejores actuaciones individuales de todos los tiempos del torneo.

El Divino Cola de Caballo se merecía mucho más que su fallo de penal decisivo que le costó a Italia el título en la tanda de penaltis de la final de 1994, con sus actuaciones hasta ese momento, incluidos cinco goles, entre las mejores de un jugador italiano en la historia del torneo.

Promedió un gol cada dos partidos entre los torneos de 1994 y 1998, aunque un tanto se destaca por encima de todos los demás, con el sensacional movimiento rápido y volea de Bergkamp contra Argentina pasando a la historia como uno de los momentos más impresionantes de la Copa del Mundo.

El delantero nacido en Mozambique fue el ganador de la Bota de Oro en 1966, con su regate, ritmo y destreza técnica que lo convirtieron en una fuerza imparable tanto para Portugal como para el Benfica.

Máximo anotador de Inglaterra antes de ser eclipsado por Wayne Rooney y Harry Kane, Charlton anotó 49 en 106 para los Three Lions, incluido un golazo contra México en la fase de grupos del 66, y un doblete para derrotar a Portugal en la semifinal.

La punta de lanza de los campeones de España en 2010, Villa anotó cinco goles en el camino hacia el título en Sudáfrica, incluidos los ganadores por nocaut contra Portugal y Paraguay, y sigue siendo el máximo goleador de todos los tiempos de La Roja con 59 goles internacionales.

Capitán subestimado de los campeones de Brasil en 1994, el valiente mediocampista reemplazó a Rai como capitán durante esa campaña, y casi repite la hazaña cuatro años después, solo para que Francia eclipsara a la Selecao en su tierra natal.

Un defensa elegante que jugó 142 partidos con Francia, Thuram guardó lo mejor para la Copa del Mundo de 1998, y específicamente la semifinal contra Croacia, cuando anotó sus únicos dos goles internacionales cuando Les Bleus triunfaron 2-1 en el camino hacia el título.

Schweinsteiger, el eje del mediocampo de Alemania cuando ganó el título en 2014, neutralizó a Lionel Messi en la final, mientras dictaba el juego para la Mannschaft.

Recordado de la desgracia del amaño de partidos para llevar a Italia al título en 1982, Rossi pagó la fe de Enzo Bearzot en los octavos de final, anotando dos veces contra Polonia en la semifinal y abriendo el marcador en el triunfo final 3-2 sobre Alemania Occidental.

Ganador del Balón de Oro del Mundial en 2010, Forlán estuvo majestuoso en la llegada de Uruguay a las semifinales, con un gol que silenció la vuvuzela contra Sudáfrica y un magnífico tiro libre contra Ghana entre los mejores goles de todo el torneo.

Kempes, la estrella del triunfo de Argentina en la Copa del Mundo de 1978, anotó dos goles en la victoria final por 3-1 sobre Holanda, que no tuvo respuesta ante su velocidad, potencia y remates letales.

La icónica celebración de la bandera de esquina de Milla se convirtió en una de las imágenes más memorables de una cínica Italia '90, con el jugador de 38 años asumiendo un papel de súper suplente y anotando cuatro goles para que Camerún se convirtiera en el primer cuartofinalista de África. En 1994, anotó contra la URSS para convertirse, a los 42 años, en el goleador de la Copa del Mundo de mayor edad.

Capitán de Inglaterra al título en 1966, el elegante Sir Bobby acumuló 108 partidos con los Tres Leones y guardó su mejor actuación para su icónico duelo uno a uno con Pelé en 1970.

Uno de los dos ingleses que ganó la Bota de Oro de la Copa del Mundo, Lineker anotó seis, incluido un hat-trick contra Polonia, en 1986, antes de volver a anotar cuatro cuando los Tres Leones alcanzaron las semifinales en Italia cuatro años después.

Solo tres hombres han ganado la Copa del Mundo como jugador y entrenador, con Deschamps, apodado el Aguador, capitaneando a Francia al título en 1998 antes de regresar a la cima del juego mundial como entrenador en jefe de Les Bleus 20 años después.

Desailly, nacido en Ghana, fue apodado 'La Roca' por una razón, y realizó una serie de exhibiciones imperiosas en el corazón de la defensa de Francia cuando Les Bleus ganaron la primera Copa del Mundo en su tierra natal en 1998.

El controvertido Caniggia fue el primer jugador en ser expulsado de la banca durante la Copa del Mundo de 2002, pero es mejor recordado por sus hazañas en 1990, donde hizo una serie de contribuciones decisivas para que Argentina llegara a la final... solo para ser suspendido por aquella derrota por 1-0 ante Alemania Occidental.

Posiblemente el mejor jugador mexicano de todos los tiempos, Sánchez fue tanto un gran goleador como un goleador de grandes goles; Conocido por sus celebraciones acrobáticas, el delantero formó parte de la selección de México que alcanzó los cuartos de final en 1986.

El 'Maradona de los Cárpatos' fue sensacional en el torneo de 1994 cuando Rumania llegó a los últimos ocho, anotando tres veces en el torneo y también brindando una actuación de élite cuando Argentina fue eliminada en los octavos de final.

El único jugador argentino en ganar dos títulos de la Copa del Mundo, Passarella capitaneó a Argentina por primera vez al título en 1978, estableciéndose como uno de los mejores defensores en la historia del deporte con su técnica, sincronización y agresión controlada. También estuvo presente en el éxito del '86.

El mejor momento de Hurst, sin duda, llegó en 1966, cuando intervino para reemplazar al lesionado Jimmy Greaves y se convirtió en el primer jugador en marcar un hat-trick en una final de la Copa del Mundo, con su triplete llevando a Inglaterra más allá de los feroces rivales de Alemania Occidental.

Fascinantes para Inglaterra en Italia '90, las actuaciones (y las lágrimas) de Gascoigne durante ese torneo ayudaron a toda una nueva generación de fanáticos del fútbol a involucrarse con el deporte, aunque esto condujo indirectamente a la explosión de la Premier League, pero una lesión impidió que Gazza alcanzara esas alturas nuevamente.

Iván el Terrible formó parte de una temible delantera chilena junto a Marcelo Salas, disfrutando de un envidiable récord goleador con la selección nacional y con gigantes como el Real Madrid y el Internazionale.

Hijo de un albañil, Schillaci llegó tarde al equipo de Italia para la Copa del Mundo de 1990, pero su ojo para el gol y su afición por causar impacto en los grandes partidos lo convirtieron en el favorito de una nación. Fue el ganador de la Bota de Oro más improbable en la historia del torneo.

El máximo goleador de la Copa del Mundo de México, el rubio Hernández anotó cuatro goles en el torneo de 1998, incluido un memorable doblete para derrotar a Corea del Sur en el Stade de Gerland.

La imagen del difunto Rashidi Yekini, con la boca rugiendo y la red de la portería pegada a su rostro, sigue siendo una de las mejores imágenes de la Copa Mundial Africana de todos los tiempos, con el Toro de Kaduna abrumado después de anotar el primer gol de Nigeria en el torneo contra Bulgaria. en 1994.

Donovan, el mejor jugador de la USMNT de todos los tiempos, combinó una inmensa tasa de trabajo con destreza técnica y es el jugador estadounidense con la puntuación más alta en la historia de la Copa del Mundo. Fue Jugador Joven del Torneo en 2002, cuando Estados Unidos alcanzó los cuartos de final.

Elegante defensa central de la República de Irlanda que superó lesiones crónicas para protagonizar la icónica generación Eire que ganó muchos admiradores en las Copas del Mundo de 1990 y 1994 bajo la dirección del gran Jack Charlton.

Representó a Arabia Saudita en cuatro torneos de la Copa del Mundo consecutivos entre 1994 y 2006, anotando en tres ediciones separadas, incluido el primer partido en la primera victoria de los Halcones Verdes en la competencia, contra Marruecos en East Rutherford.

Su gol de oro contra Italia en los octavos de final de 2002 en Daejeon le costó su contrato en la Serie A Perugia, que rápidamente despidió al delantero después de su gol, pero sigue siendo querido en su tierra natal por enviarlos a los últimos ocho.