El ex futbolista del Sevilla, Isco Alarcón, ha acusado al que fuera director deportivo del equipo andaluz, Monchi de haberle agredido. En una entrevista con el Diario Marca, el malagueño revela que el de San Fernando le cogió del cuello poco antes de abandonar el club.
Según cuenta Isco todo se complicó cuando, tras la marcha de Lopetegui se acercaba el mercado invernal. Entonces comenzó a ver cosas raras. Llamaron a su representante para buscar una salida sin haber hablado con él. Ese fue el momento en el que decidió ir a hablar personalmente con Monchi para decirle: "Sé sincero conmigo y lo arreglamos sin problemas. Estoy a vuestra disposición".
Tras aquella conversación todo se torció. Monchi, siempre según el futbolista, fue diciendo que era él quien se quería ir y le llamaba cada día para que firmara la rescisión, motivo por el cual fue de nuevo a hablar con él y le dijo: "Mira Monchi, tu no estás siendo sincero conmigo, yo me quiero quedar y tu vas diciendo que yo me quiero ir".
La tensión crecía con Monchi
La situación fue empeorando hasta llegar al momento de máxima tensión que Isco relata así para Marca: "Le dije a Monchi que era la persona más mentirosa que me había encontrado en el mundo del fútbol y me agredió. Vino hacia mi, me cogió del cuello, nos apartamos y ya nos tuvieron que separar del todo. Como comprenderás, tras eso, yo no quería seguir ahí bajo ningún concepto. Y aunque me daba pena porque hice muy buena relación con mis compañeros y la afición me trató de maravilla, yo no podía estar a gusto en un club en el que el director deportivo me agrede y nadie se pronuncia, ni se disculpa. Ni por la agresión, ni por todas las mentiras que iba filtrando. Así que perdoné mii contrato y me fui".
Isco detalla que la pregunta agresión tuvo lugar después de un entrenamiento camino de los vestuarios. Los empleados de seguridad tuvieron que intervenir para separarlos pero algo se había roto de forma definitiva. No podía seguir más en el club. La decisión estaba tomada.
El futbolista sabe que llegó al Sevilla de la mano de Lopetegui. Fichó por el equipo hispalense con ilusión y se bajó la ficha hasta ganar la cuarta parte de lo que ingresaba en el Madrid. Lo que estaba lejos de sospechar es que Monchi no comulgaba con su contratación, algo de lo que fue teniendo conocimiento tras estampar su firma.
El resultado fueron 135 días vestidos de sevillista a los que puso fin uno de los episodios más desagradables, que en sus propias palabras, ha vivido el internacional español.