Que después de ganar el Mundial se iba a relajar. Que por jugar en Miami había dejado de ser competitivo. Que ya no es el mismo físicamente. Lionel Messi deja que hablen. Y responde en la cancha. Porque siempre que juegue, especialmente en la Selección argentina, es una diferencia imposible de contrarrestar. Y hasta en un partido donde no luce, es capaz de convertir un tiro libre antológico.
En su primer partido oficial como campeón del mundo, la Albiceleste fue amplio dominador del partido ante Ecuador, que jugó replegado contra su campo y con la apuesta por un contragolpe de Enner Valencia. Sin embargo, al local le faltó precisión en los metros finales y durante el primer tiempo solo tuvo un remate de Leo que se fue desviado y un anticipo de Lautaro que dio en el palo.
El segundo tiempo continuó de la misma manera, pero quien agigantó su figura fue el Cuti Romero, ya sea frenando los ataques ecuatorianos como a la hora de tomar la lanza y encabezar ataques. Pero no fue hasta el minuto 77 que llegó el momento de la magia: tiro libre en el borde del área y un toque sutil de Messi para que la pelota pase por encima de la barrera y sea inalcanzable para Galíndez.
Ecuador nunca logró reponerse del gol del 10, que salió ovacionado y Argentina estuvo más cerca de aumentar la ventaja, con Di María como referente tras la salida de su compañero. Debut con el pie derecho en un Monumental que, de nuevo, pudo disfrutar del mejor de todos.
A continuación GOAL trae lo mejor desde el Monumental.
Próximos partidos
GOLES, RESUMEN Y VIDEOS
- ¡MESSI! Tiro libre sensacional de Leo para abrir un partido complicado y poner el 1-0
- Cuti Romero cortó de forma impecable el ataque de Valencia y lo festejó con el alma
- Argentina la armó de derecha a izquierda y Tagliafico estuvo a punto de abrir el marcador
- Messi metió la pelota en el área chica pero nadie pudo empujarla
- La primera fue de Leo y el zurdazo se fue apenas desviado
- Los campeones del mundo salieron a calentar y el Monumental explotó
- El ritual de los caramelos de Paredes y De Paul despertó el primer grito de los hinchas