El equipo alterno de Millonarios cumplió y ganó en su visita a Montería

Millonarios llegaba a Jaguarai con gran parte de su concentración puesta en el duelo por Copa Libertadores de la próxima semana, pero con la plena conciencia de que no podía entregar el juego en casa de Jaguares, entendiendo que está metido en la pelea por el primer puesto de la Liga.

Alberto Gamero tuvo la precausión de preparar a un grupo de jugadores especialmente para el particular clima de la ciudad de Montería y planeó un encuentro en el que evitaría el desgaste al máximo, aprovechando el físico de los más jóvenes, sumando la experiencia de otro par de elementos, como Motero, quien desde el arco pareció ser la voz y el comandante de sus compañeros.

Jaguares volvió a ser un equipo con poco equilibrio, de entregas regulares y sin actitud a la hora de avanzar al ataque, dejando grandes espacios entre bloques, que el visitante supo aprovechar a la prefección, llenando a Millonarios de confianza desde los primeros minutos y pagando un alto precio a su falta de ambición.

Prueba superada para varias nuevas caras del Embajador y golpe de ánimo para lo que se viene entre semana, un duelo que exigirá todo el despliegue físico y táctico del cuadro capitalino, que por ahora dormirá muy cerca de lo más alto de la tabla.